¿De que va esto?

Blog particular dedicado a contar como ha cambiado nuestra vida desde que no sólo somos dos...

11 de septiembre de 2010

La Tempestad de Mi Infancia

¡Hola a todos de nuevo!

                Hoy me toca hablar “biográficamente”, ¡antes que nada perdonen el retraso! Pero mas vale tarde…
Quisiera hablar de aquel hecho que estropeó un poco mi “rosa infancia”. Si mal no recuerdo fue a la edad de los 10 u 11 años a la salida del colegio San Fernando. Era un día lluvioso de primavera y como era típico todos los niños íbamos con nuestras botas de agua, supuestamente para que no llegásemos a casa con los pies mojados después de hacer trastadas en los charcos o pudiéramos evitar algún resbalón. En este caso no me sirvió de mucho puesto que, como de costumbre, salí corriendo del colegio echándonos piques para ver quien llegaba primero (era un poco cabra loca, todo hay que decirlo) hasta que me metí en un montón de hojas de árboles mojadas haciéndome resbalar en plancha por el suelo hasta topar de boca (literalmente) con una papelera verde metálica de las de antes. Eso me costó un diente y una buena raja desde la nariz hasta las encías y para colmo mi madre diciéndome “con lo bonita que tenía la boca”. En fin… ese fue el principio de un gran calvario para una niña de tan corta edad, me esperaban numerosas visitas odontológicas, revisiones, operaciones, curas…pero para mí lo peor de todo fue cuando me dijo el Dr. Manuel de la Rosa que aún no podían ponerme otro diente ni hacerme una funda para volver a quedar como antes, puesto que era una niña y el diente no me había crecido del todo, sin contar con que se trataba de una operación estética.
                Puede parecer una tontería, pero a mi este hecho influyó mucho en mi autoestima y carácter, siempre he sido demasiado presumida y no podía estar bien conmigo misma hasta que no volviera a recuperar mi sonrisa. Siempre he dicho que la culpa de todo esto lo tienen los niños en el colegio o la propia sociedad.
                Por suerte esto pasó, como todo lo malo y a los 13 años pude lucir mi sonrisa de antes gracias a un buen odontólogo y al bolsillo de mi papá. Espero que tras contar esto entiendan  un poco el porqué soy así y el porque tengo obsesión con la estética como dice tal personita (ejem). A partir de aquí ya empieza la etapa conflictiva, rebelde y bonita por la que pasamos todos y que resumiré lo posible dentro de 2 post.
Un saludo para los internautas y un abrazo para los que se que nos leen a menudo.
¡Te quiero cari!

Anabella

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