¿De que va esto?

Blog particular dedicado a contar como ha cambiado nuestra vida desde que no sólo somos dos...

2 de septiembre de 2010

Y así continuó 5 años más tarde...

Hola, soy Jose de nuevo.
Antes de nada he de pediros disculpas por no postear el Lunes, pero sinceramente no estaba de ánimo y con los exámenes no tengo tiempo de nada...aún así Anabel no dejó de hacerlo y como siempre lo hace mejor que yo...Si recordáis me toca hablar del pasado, en concreto hasta que tuve 10 años, pero realmente, lo voy a prorrogar hasta los 12, ya que fue cuando hubo un cambio notable...

Desde los 5 años hasta que dejé la primaria me mudé a Montoro (Córdoba) por el trabajo de mi madre. Se trata de un pueblo que está a 42 Km de Córdoba de unos 10.000 habitantes, 9000 de los cuales viven del paro agrario estacional...osea del cuento... Realmente en este pueblo aunque te pases viviendo 7 años en el sigues siendo un extraño para el ecosistema autóctono de la zona....osea para los propios montoreños...

Pese a las muchas quejas que podré tener de como es la gente de suya en este pueblo he de reconocer que hay otras personas que realmente me marcaron....Don Alfonso podría ser el caso más acusado, ya que gracias a el cogí el gusto a estudiar y en especial a las matemáticas (cosa que perdí en la universidad...)..

En Montoro aprendí muchísimas cosas que no saben ni sabrán nunca la gente de ciudad...unas más buenas (como saber distinguir entre más de 20 clases de árboles de la zona...) y otras no tanto (como cazar zorzales con cepo o gatos con tirachinas...), pero todas ellas siempre instructivas...Algo que merece especial mención es que todos estos conocimientos los llevábamos a cabo todos los niños del barrio por las tardes, sin miedo a poder jugar en la calle hasta las diez de la noche, salvo claro, escuchar el típico.... "Joseeeee, sube a merendaaaaaar"...


Tendría para llenar un blog entero de mis vivencias en el pueblo, pero con esto os podéis hacer una idea....realmente allí era como una especie de Tarzanes sin más preocupaciones que pasarlo bien en el campo, al que de junio a septiembre llevaron a la gran ciudad....

Saludos José.

¿NECESIDAD O DISFORMIA?



        La disformia se trata de un trastorno psicológico, el cual hace que la persona que la sufre nunca esté contenta con su físico y su único objetivo es alcanzar la perfección. El problema está cuando la persona nunca es consciente de que la ha alcanzado.

                Personalmente no soy la más indicada para debatir sobre este tema, porque reconozco que a veces puedo llegar a ser un poco esclava de mi cuerpo. Pero me llaman mucho la atención aquellas personas que pasan su vida en un quirófano, cuando el único resultado que obtienen es desgraciarse aún más. Claros ejemplos encontramos en la conocida como “mujer gato” (izquierda) que se operó por celos al amor que su marido tenia a los gatos y la buena para nada de Sabrina Sabrok (abajo) que quiso salir en el Guinness World Records con los implantes mas grandes del mundo.

Soy partidaria de la cirugía siempre y cuando se trate de retocar para mejorar sin poner en riesgo la salud, o también para aumentar la autoestima de aquellos que sufren grandes complejos. Así que antes de cometer barbaridades como éstas en las que el buen gusto estético brilla por su ausencia…¡absténganse por el bien de la humanidad!

                Mi crítica también va hacia aquellas personas que gastan su tiempo y dinero en tratamientos absurdos, maquillajes y prendas de primera marca, cuando en realidad deberían de prestar especial atención a su forma física.
El otro día viendo un reportaje sobre este tema alucinaba al ver a hombres haciéndose la manicura, pedicura, depilación de pecho y piernas y luego estaban más que pasados de peso, y mujeres que iban todas las semanas a la peluquería y a la esteticista, gastando una media de 60 euros semanales, cuando no se sabía si sus muslos estaban hechos de piel o de cáscara de naranja. 
¡Ganas no me faltaban de mandarlos a todos de urgencias a un gimnasio!,

Y es que aunque la mona se vista de seda....

Anabella